Pensamientos sobre el día que parecía ser el fin del mundo

lunes, 27 de abril de 2009

La mente es poderosa, muchas mentes son ominosas. México es un país muy particular, la idea de que somos un país surrealista, ahora tan lugar común, fue dicha por Bretón hace casi un siglo. La anécdota cuenta que cuando vino le pidió a unos artesanos que le hicieran una mesa, él la dibujó en perspectiva; los artesanos la construyeron en perspectiva. Una maravilla.

Hoy fue uno de esos días, la lucha más fuerte parece ser no dejarnos contagiar por la influencia de la enfermedad más que de la enfermedad misma. En lo particular me siento casi agripado, casualmente desde el viernes, pero como se puede suponer no estoy enfermo. Personas cercanas me han dicho que sienten algo parecido. Trabajar hoy fue muy complicado, es difícil no dejarse llevar por el tsunami mediático.

Hasta donde he podido ver hay varios tipos de acercamiento a la situación:

  • los que creen que todos son unos paranóicos y que la cosa no es tan grave; con su variante teoría de conspiración.
  • los que creen que todo va a estar bien (basados en creencias personales)
  • los que sienten miedo y están preocupados
  • los irónicos, que no es más que un miedo disfrazado
  • los que no quieren saber demasiado para poder mantener la calma
El listado es arbitrario y no tengo mucha evidencia para comprobarlo, pero me parece que todos compartimos las misma pregunta, ¿es más grave de lo que nos dicen? No dudo que a cada uno de nosotros no haya llegado una versión diferente, totalmente fatalista. Eso no ayuda en nada para mantener la calma y no pasarla tan mal. No está de más obvia invitación de tomar toda información con mesura y exgir citas y fuentes confiables antes de dejarse invadir por el terror.

El odioso chiste sobre qué le dijo México a la influenza se ha hecho viral, México Mágico. Me imagino que el apocalipsis ha de ser mucho peor que lo que ocurrió hoy pero peste, terremotos, vientos salvajes (con un espectacular truene de un transformador) me hicieron desear llegar a casa lo antes posible.

La soya

viernes, 24 de abril de 2009

¿Qué es la soya? ¿Cómo es que algo puede adquirir tantas formas? Sin embargo, no deja de ser una imitación, sin importar lo nutritiva, versátil o práctica, no es carne, no es pollo, no es leche.

Mi padre me ha enseñado muchas cosas aunque casi nunca de una manera directa y clara. Es una combinación entre el papá de Kevin Arnold (el de Los Años Maravillosos) y Clint Eastwood en Gran Torino. Podrán imaginar que es una persona adorable, una vez que entienden su forma. Una de las escasas reflexiones que nos ha compartido de manera abierta trató sobre cómo en ciertos momentos uno tiene que elegir y esa elección es asumida por otros como una alianza.

Lo que quiero decir es que cuando nos vemos forzados a decidir lo hacemos considerando (o así debería ser) la mayor cantidad de variables posibles (es sabido que no lo hacemos bien, y hay toda una rama de la Economía y de la Psicología que se dedica a esto, hasta premios Nobel han dado). Aún no queda muy claro cómo es que elegimos, se sabe que somos muy malos para manejar números, particularmente los porcentajes y relaciones. El problema de esos estudios es que, hasta donde sé, sólo pueden describir la capacidad matemática de las personas ante situaciones confusas. En psicología social se han hecho estudios sobre influencia social y participación, pero no mucho sobre la vinculación con otras personas.

Durante mi estancia en la facultad pasé por muchas áreas y ninguna me parecía del todo acertada. Necesitaba algo que se pudiera aplicar fuera de un laboratorio (sí, ya sé, la ciencia básica busca la solución a todo, aunque no parezca), algo que pudiera responder mis preguntas. ¿Por qué no estudié filosofía? No lo sé bien, alguna extraña mezcla entre miedo y verdadero interés por el cerebro. Durante mi servicio social estudié muchas cosas sobre la toma de decisiones, muy interesante, pero las personas a mi al rededor y yo mismo tomábamos las peores decisiones y entonces pensé: algo no está bien, porqué no aplicamos esto en nuestra vida diaria. A la par tomé esa clase que da mi directora de tesis: Filosofía y Economía y encontré lo que andaba buscando, parcialmente al menos. Me metí en un gran problema, mismo del que no termino de salir.

Se sabe más o menos como nos comportamos en situaciones económicas, se sabe más o menos como elegimos pareja y se sabe más o menos como nos desenvolvemos en un grupo y cómo lograr metas. Lo que no se sabe bien es como hacemos una trama, como es que nos ocurren las cosas. La respuesta no está en filosofía ni en la psicología, está en la literatura (o más abstracto en el arte). ¿Cómo tomar partido si no se tiene la información necesaria para decidir? Al tomar partido por una persona, generalmente se toma partido contra otras (de forma deliberada o accidental). Al ser así, no se pueden aplicar valores de verdad y mentira, no al momento. Todo es cierto, no creo que se pueda decir "viví una mentira", por que entonces cómo podríamos cambiar el significado de lo que nos pasó, cómo podríamos superar adversidades, cómo podríamos aprender. Uno no vive mentiras, uno vive, después contamos la historia, una y otra vez. A diferencia de cualquier narrativa la información que poseemos sobre nosotros mismos y los que nos acontece siempre cambia, aún después de la muerte.

¿Qué es la soya? Es una semilla que se usa para muchas cosas y que no deja de ser soya a pesar de todo.


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Now playing: The Raveonettes - The Heavens
via FoxyTunes

On my way

miércoles, 15 de abril de 2009

Siempre me ha gustado mirar los ojos de las personas. No me gustan las chicas que usan lentes obscuros que cubren la tercera parte de su rostro, cómo saber quienes son. Prefiero que utilicen poco maquillaje aunque me gusta el delineado de los ojos.

Aretes discretos, poca joyería.

Tu vida no es más importante que la mía, no necesitas gritar, a menos de que sea un grito de guerra, de cambio, de revolución.

Hoy hubo un momento en particular, un momento feliz. Me dí cuenta que lograré todo lo que deseo y que estoy en camino.

Naturaleza Muerta

domingo, 12 de abril de 2009

Naturaleza Muerta

Un ejercicio de color y luces

Reflexiones a partir de un Podcast

martes, 7 de abril de 2009

He hecho un podcast, un podcast con un amigo de toda la vida. Hablamos sobre cualquier tontería, té chai, ubuntu, chistes locales y tartamudeos. Hasta ahora sé que al menos cinco personas lo han escuchado y se siente raro (muchas gracias). Los comentarios han sido que no se entiende nada, tal vez por eso no me han dicho algo sobre el contenido. En un impulso de vanidad desmedida puedo decir que me gusta mi voz escuchada en una fuente externa. Si se piensa bien, ese es un fenómeno muy reciente, tal vez por eso la sopresa que nuestras voces nos provocan como especie es tan grande. En el medio natural no existe una forma de escuchar nuestra voz de forma objetiva, mirarnos en el espejo ha sido más bien común, siempre existieron lagos y cristales y el espejo es un invento muy viejo, pero no la grabación y reproducción de sonidos.

En mi historia personal, si es que a alguien le interesa, tengo muchas dudas respecto a mi identidad, debido a que tengo muchos huecos referentes a mi familia paterna, desconozco casi toda la historia. Tengo mitos fundacionales, como que mi bisabuelo tuvo 24 hijos con dos esposas, que mi abuelo quiso salir de Europa mucho antes de la fecha que lo logró pero que perdió el dinero apostando (vease Titanic) y que llegó a México porque las fronteras gringas estaban cerradas, que era zapatero y que la casa de mis abuelos se las vendió el padre de Margo Glantz.

Sin embargo, casi no hablo ni me quejo del lado materno, siendo que también hay cientos de historias inconclusas, cabos sueltos y demás. Lo interesante de mi abuelo es que jugó para el Necaxa, fue suplente de un senador (creo), fue locutor de la XEQK (la hora de México), y por alguna historia interesante acabo administrando dos estaciones de radio en Guerrero.

Poco a poco fui cayendo en esto del 2.0, creo firmemente en que los grupos pueden cambiar su realidad social, en que las sociedades el conocimiento pueden ser el milagro que estamos esperando, que los problemas sociales se resuelven desde los involucrados, en la democracia participativa (diferente de la representativa), que nadie regala la voz, que la influencia es más poderosa que el propio Poder, que el cielo está lleno de Dioses y nuestras vidas de tragedias.

Hay algo que no me termina de gustar de todo esto, cualquiera puede decir cualquier cosa y es muy fácil lograrlo (vaya, hicimos un podcast). ¿Porqué creemos que tenemos algo que decir? ¿Porqué confiar en los que tienen toda la autoridad para decir algo? ¿Porqué la especialización en ciertas áreas parece dar esa autoridad? ¿Es eso conveniente? ¿Necesitamos especialistas?

Me molesta eso de ser un amateur y hacer cosas por hobby, tomada de pelo, atole con el dedo.

Si quieren escuchar, pueden hacerlo acá, si somos amateurs, seremos amateurs de verdad.

Cuento contigo