He hecho un podcast, un podcast con un amigo de toda la vida. Hablamos sobre cualquier tontería, té chai, ubuntu, chistes locales y tartamudeos. Hasta ahora sé que al menos cinco personas lo han escuchado y se siente raro (muchas gracias). Los comentarios han sido que no se entiende nada, tal vez por eso no me han dicho algo sobre el contenido. En un impulso de vanidad desmedida puedo decir que me gusta mi voz escuchada en una fuente externa. Si se piensa bien, ese es un fenómeno muy reciente, tal vez por eso la sopresa que nuestras voces nos provocan como especie es tan grande. En el medio natural no existe una forma de escuchar nuestra voz de forma objetiva, mirarnos en el espejo ha sido más bien común, siempre existieron lagos y cristales y el espejo es un invento muy viejo, pero no la grabación y reproducción de sonidos.
En mi historia personal, si es que a alguien le interesa, tengo muchas dudas respecto a mi identidad, debido a que tengo muchos huecos referentes a mi familia paterna, desconozco casi toda la historia. Tengo mitos fundacionales, como que mi bisabuelo tuvo 24 hijos con dos esposas, que mi abuelo quiso salir de Europa mucho antes de la fecha que lo logró pero que perdió el dinero apostando (vease Titanic) y que llegó a México porque las fronteras gringas estaban cerradas, que era zapatero y que la casa de mis abuelos se las vendió el padre de Margo Glantz.
Sin embargo, casi no hablo ni me quejo del lado materno, siendo que también hay cientos de historias inconclusas, cabos sueltos y demás. Lo interesante de mi abuelo es que jugó para el Necaxa, fue suplente de un senador (creo), fue locutor de la XEQK (la hora de México), y por alguna historia interesante acabo administrando dos estaciones de radio en Guerrero.
Poco a poco fui cayendo en esto del 2.0, creo firmemente en que los grupos pueden cambiar su realidad social, en que las sociedades el conocimiento pueden ser el milagro que estamos esperando, que los problemas sociales se resuelven desde los involucrados, en la democracia participativa (diferente de la representativa), que nadie regala la voz, que la influencia es más poderosa que el propio Poder, que el cielo está lleno de Dioses y nuestras vidas de tragedias.
Hay algo que no me termina de gustar de todo esto, cualquiera puede decir cualquier cosa y es muy fácil lograrlo (vaya, hicimos un podcast). ¿Porqué creemos que tenemos algo que decir? ¿Porqué confiar en los que tienen toda la autoridad para decir algo? ¿Porqué la especialización en ciertas áreas parece dar esa autoridad? ¿Es eso conveniente? ¿Necesitamos especialistas?
Me molesta eso de ser un amateur y hacer cosas por hobby, tomada de pelo, atole con el dedo.
Si quieren escuchar, pueden hacerlo acá, si somos amateurs, seremos amateurs de verdad.
Reflexiones a partir de un Podcast
martes, 7 de abril de 2009
Publicadas por Rafael a las 7:31 p.m. 3 comentarios
Etiquetas: agradecimientos, crear, haré un estudio sobre eso, podcast, posible, reflexiones
Protectores (esponjitas, hules, gomas)
lunes, 23 de marzo de 2009
Como un sueño, se me olvidó lo que quería escribir. La idea de la mañana era escribir sobre lo que pasa por la cabeza de alguien que no sabe que escribir. No es que no se tenga que decir, sólo que lo que se me va ocurriendo no tiene duración. Con el tiempo he aprendido a valorar el tiempo de lo que hago. Aunque muchas veces el tiempo me come y me pierde en mi espacio. Qué son cuatro años, cuál es la prisa.
Lo he recordado, iba contar sobre la esponja (hule, goma, protector) de mis audífonos. Resulta que se me perdió hace como dos semanas en el estacionamiento de reconocido café llamado así por el primer oficial de la nave que va tras Moby Dick ubicado muy cerca del ahora infame monumento a JPII. La perdí y pasaron días y un par de semanas. Regreso hoy en comitiva, acompañando a alguien que quería un café. El amabilísimo señor del Valet me alcanza antes de cruzar Insurgentes y me dice algo como esto: "Joven, encontré su gomita (esponja, hule protector), se la tenía aquí guardada."
Mis hábitos tesiles han cambiado, al fin puedo trabajar en mi casa (como ahora, claro), y ya casi no voy al café, y me dio culpa por no ir.
Esos hules (esponjitas, gomas, protectores) pertenecen a ese grupo de cosas que son extremadamente difíciles de perder; ojalá algún día el dinero y las llaves pertenezcan a ese curioso conjunto.
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Now playing: Sonic Youth - Within You Without You
via FoxyTunes
Publicadas por Rafael a las 9:49 p.m. 0 comentarios
Etiquetas: agradecimientos, escena, haré un estudio sobre eso, vida
Vesica Fellea
jueves, 1 de enero de 2009

Suelo ser una persona saludable, tengo mis mini achaques, pero nada grave, me parece, aunque para otras personas pareceré muy delicadito no lo creo tanto. Con que no me dejen sin dormir ni comer creo que puedo resistir bastante bien las exigencias de la vida social (más bien son pretextos que fomentan mi antisocialidad).
A las cuatro de la mañana del 30 de diciembre de 2008 un terrible dolor de pecho interrumpe mi plácido sueño, no era la primera vez que me ocurría, un dolor conocido pero no por ello menos insoportable, probé diclofenaco y no funcionó. Para las siete y media de la mañana ya estábamos camino a urgencias. En un principio pensaba que se trataba de una fisura, contractura, reuma o algo relacionado con mi débil musculatura, pero no fue así, en el trayecto pasó por mi mente que era algo grave.
Una vez en urgencias me sentí brevemente un un episodio de House, un pequeño dolor de pecho terminó siendo una inflamación de la vesícula debida a sendas piedras y una obstrucción en la vía esa que lleva al intestino (tengo los nombres técnicos de todo eso, pero odio hablar con nombres técnicos). El cambio de los rostros de los médicos residentes que me recibieron fue muy divertido, aunque sabía que no podría serlo tanto.
Después de los estudios necesarios, he de mencionar que nunca me habían entubado, ni puesto esa cosa de plástico en el dedo (que mide la oxigenación de alguna forma infraroja), se decidió que me operarían a las 12 pm.
Sorprendentemente no me puse nervioso, o si lo estaba no me sentía ansioso ni pesimista. Al contrario era todo tan novedoso que me la pasaba preguntanto y preguntando y maravillándome de cada uno de los momentos previos a la operación (he de haber sido la persona más odiosa del mundo en esos momentos). Mi anestesiólogo de nombre Miguel Mateos muy amable y divertido (menciono el nombre sólo para presumir que conozco a tres Miguel Mateos, bueno uno sólo de oidas). "Rafael" escuché y ya estaba despierto en el postoperatorio, supe que me operaron porque tengo cuatro cortadas en mi panza, me afeitaron y no me puedo mover bien. Salí ayer a mediodía, no pasé año nuevo en el hospital y eso me alegra, mis padres podrán salir de viaje y eso me preocupa un poco porque aun no estoy del todo bien, pero me las ingeniaré para prepararme mis aburridos alimentos. Ahora muero de antojo de un chocolate y papás con chile y limón.
Muchas gracias a mis padres que con sus cosas sé que han hecho lo mejor que han podido, a mi tía y mis primas, a Lore, Adri, Janecita (que casi no recuerdo su visita en algún punto de la tarde sé qe estuvieron ahí), a Maury, Miguel, Karina, Gris, Chamán, El Abuelo, Elsa y Aarón por sus visitas el día de ayer y a los que aún no se enteran sé que me dirán cosas lindas. Y a Wikipedia por darme la información necesaria para titular este post de una manera elegante y latina.
Publicadas por Rafael a las 12:37 p.m. 0 comentarios
Etiquetas: agradecimientos, año nuevo, hospital, insomnio, vesícula