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Uno de mole

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cada mes pienso en que me gustaría escribir más, en el blog, en mi compu, en mis cuadernos, en general. Leo y escribo muy poco considerando lo mucho que me gustan los libros y mis enormes deseos de dedicarme a escribir de manera seria y profesional (whatever that means). Casi no hablo de libros, casi no comparto mis autores o momentos literarios favoritos. Solo me limito a reproducir lo que me gusta, pero no desarrollo eso que construyo cuando leo. Proust, en el primer tomo de En Búsqueda del Tiempo Pérdido (aka Por los Caminos de Swan), escribió formidablemente el porqué le gustaba leer, pensaba pasarlo aquí, pero además de ser extenso, pensé que no tenía sentido. Cada quien tiene sus razones y sus motivos. Hablar de literatura o mejor dicho de arte es el campo más complicado de todos.

El gusto genera status, por lo que se originan luchas de clases y discriminación. Según esto, la discriminación más fuerte que existe en México, además de la económica, es la discriminación sociocultural. Es decir, el acceso a educación, cultura, arte, tecnología. Pareciera que eso tiene que ver con el ingreso y nivel de vida, pero eso no es del todo cierto.

Ayer se conmemoraron los 60 años de la Declaración de los Derechos Humanos, pero en realidad se hablan de tres generaciones de derechos humanos:

1°. Derechos individuales
2°. Derechos sociales
3°. Derechos de Solidaridad

¿Porqué se necesitará el derecho del libre desarrollo de la personalidad? No era suficiente con tener derecho a la libertad de expresión y a la libertad de trabajar y a la libertad de expresión, o la libertad de transito. Al parecer esos derechos no permitían la identidad del individuo ni la de los pueblos, se requería de algo que denotara que somos diferentes y que hay otros sentidos.

Pero esto iba de mis ganas de querer escribir... ¡Vaya, he escrito!

Gran DJ

martes, 20 de mayo de 2008

Creo que se hará sección, depende si siguen saliendo canciones como la Hot Chip o esta, en verdad me dan adicción y cada vez que las oigo me gustan más, no es el gusto que generalmente tengo por canciones que guardo conmigo para todas partes, es mi gusto fiestero, que como se puede apreciar no es muy guapachoso. Simplemente me ponen contento. Neee, creo que es porque me gusta la chica.

All you fakers, go to hell

lunes, 26 de marzo de 2007


Cuando crezca y sea un viejo sabio y encorbado quiero ser como él. Una tetera, unos toppers (que tanto odio, pero ya había notado su curiosa sonoridad), una guitarra. Un señor que se presenta en Bellas Artes con camisa hawaiana. No es Bellas Artes y no son los ruidos, es lo que nos gusta, lo que nos gusta es la forma de ver la vida. ¿Qué implica la forma de ver la vida? La forma de ver la vida comienza con las características de personalidad y termina con la imposición ideológica. Me refiero a que el gusto, por si mismo no me parece una decisión de entera libertad. La libertad no es libre, en absoluto. Depende de muchos factores, pero no puede depender de ideologías o de imposiciones, al depender de eso es todo menos libertad. Se convierte en consumo, en masa, en uno. No es un problema del establecimiento del dinero o del mercado. Es un problema de riesgo, de descubrimiento. La libertad va con el miedo, no hay nada después, salvo uno, sus decisiones y sus inevitables y desconocidas consecuencias. No todos estamos listos para afrontar la angustia de la libertad. Otros parecen ser más libres, pero la libertad tampoco es eso que se hace frente a los demás, ni cambiar de vida por completo. La libertad está en los límites, en conocerlos bien, no sé sí en romperlos, porqué tampoco sé sí eso se pueda hacer, pero sí en conocerlos y no llegar a ellos nada más porque la vida lo va llevando a uno. Tampoco quedarse quieto donde uno sabe que se está bien. Y tampoco perderse como ahora yo lo estoy en este escrito, eso tampoco es libertad y no se siente nada bien.

All you fakers, go to hell. Hermeto invites

Cuento contigo