Nada

martes, 20 de marzo de 2007

Ahora que ando muy escritor tengo que aprovechar cualquier momento para hacerlo. Me decía, quiero escribir y no escribía, quiero leer y no leía, quiero salir y no salía, quiero tocar la guitarra y no tocaba, quiero pintar y no pintaba. Ahora que el tiempo me resulta escaso hago más esas actividades que tanta felicidad de brindan. La escritura es mala consejera, es ingrata. Siempre los otros siempre los otros. Uno es el ingrato, el que ni puede escribir de forma interesante esa gran idea que tiene en la cabeza. Como esa vez que se me ocurrió escribir un cuento sobre alguien que llamaba por equivocación a un consultorio psicoanalítico, ya no recuerdo que era lo brillante de esa idea, seguro era eso que ahora olvido y que si recordara tendría que estar escribiéndola ahora. Tengo metida en la cabeza muchos pensamientos activistas, en realidad siempre los he tenido, pero se me desbordan, ya no puedo resistir. En cambio, se me han acabado las bromas, ya no soy tan ocurrente como antes en esa deliciosa actividad, en cambio escribo más que de costumbre, sí existe una correlación entre una y otra prefiero escribir que contar malos chistes.

3 comentarios:

Andrea Lopez Estrada dijo...

Esos procesos que en realidad se convierten en etapas son bastante peculiares, en alguna época nos da por escribir tooodo el día y el resultado no siempre es tan bueno. A veces las ideas cambian con el tiempo, ya no parecen tan interesantes después o se nos olvidan o simplemente cambiamos tanto que ya no nos parecen tan interesantes.

Andrea Lopez Estrada dijo...

Jaja repetí algo lo siento. en realidad me refería al hecho de que.... ah olvídalo. Las ideas son malas.

Ananké dijo...

Leo lo que escribes, me gusta en verdad. Me gusta lo que haces con las letras convirtiéndolas en palabras, en frases, formando párrafos enteros, expresando ideas, teniendo opiniones. Te amo también porque escribes, porque dejas ir la mano, porque dejas ir la mente, por lo que todo eso te significa.

En estos años que he leído un poco de lo que escribes y he sido no testigo, más bien diría acompañante-observadora de lo mucho que has crecido ... hemos crecido un montonal, se escucha por allí decir: "y lo que falta"

... uno nunca sabe, quizá podría tener ascendencia rusa no? ajajaja

Cuento contigo