Mudanza

martes, 10 de noviembre de 2009

Me he mudado, quería cambiar el template y acabé cambiando todo.

Misma dirección, misma nada: http://fugeinrot.wordpress.com

:)

Sobre Ilusiones

viernes, 6 de noviembre de 2009

Si el amor es una ilusión, qué no lo es.

Sobre Burocracia

viernes, 30 de octubre de 2009

Es lamentable caer en la desesperación porque no hemos entregado a tiempo un papel o porque un señor todavía no ha firmado un oficio. Es imperdonable que esas miserias produzcan angustias y, a veces, desgracias. Es metafísicamente escandaloso que causas insignificantes tengan tanta importancia en nuestras vidas. La burocracia -- salvo en paraísos sin duda artificiales-- es esa desproporción, esa alquimia que transforma a un vejete pálido o una cincuentona gelatinosa en personajes decisivos e inevitables. Un universo de reyezuelos, sellos, prosa nauseabunda, cuchicheos equívocos, falsos problemas, reglamentos, pasillos, salas de espera, sillones grasientos, incertidumbre y despotismo.

Crónica Americana (Fragmento)
Alejandro Rossi

Mi discreto regreso al campo de juego

jueves, 29 de octubre de 2009

Mi discreto regreso al béisbol, o mejor dicho mi discreto camino por el béisbol. Mi relación con el rey de los deportes es más o menos ajena, no soy un experto en ningún sentido. Es decir, entiendo las reglas básicas (como de casi cualquier deporte, excepto rugby y ese deporte raro que es una combinación entre rugby, hockey sobre pasto, jai alai, amerciano y soccer). De pequeñito jugaba con mi padre el Bases Loaded 3 para el NES y posteriormente uno muy extraño con droids y chicas droids curvosas que tenían propulsores en los zapatos y brincaban varias decenas de metros para hacer outs, según recuerdo era muy divertido (seguro era horrendo).


Super Baseball 2020, en qué estaban pensando cuando le pusieron 2020, era 1993, esperaban que en 30 años el mundo fuera sustancialmente diferente

Tiempo después tuve mi primer manopla, una bonita Rawling. Eran los tiempos en que uno dejaba la primaria para entrar a la secundaria, jugábamos en parques cercanos a mi casa y ahora que lo pienso, eramos mucha banda beisbolera. No recuerdo haber visto otros niños jugar béisbol por los rumbos, bueno ni fútbol años después (cabe mencionar que un parque lo llenaron de árboles para que no jugáramos y otro apenas se recupera de los intensos partidos dominicales).

Me gustaría saber dónde dejé esa manopla.

Abandoné el deporte que nunca practiqué en forma, esporádicamente salía a pelotear con amigos o íbamos al campo de CU, pero nada serio. Un buen día, en la facultad, se dio la oportunidad de formar un equipo de béisbol. Mi facultad se caracteriza entre muchas cosas por tener un exceso de mujeres y por tanto una falta de hombres que quisieran practicar algún deporte y, mucho menos que quisieran jugar béisbol. Con algunos, ejem, sí, estudiantes de la facultad, logramos formar un equipo. Elegimos uniformes, y puedo presumir que fueron los más bonitos de todas las facultades. Un conjunto gris, con morado (el color de la facultad para los deportes) y vivos en negro. Una nueva manopla fue necesaria, y la elegida fue una Mizuno, compré concha, suspensorio, esas banditas para los antebrazos que no sirven para nada pero dan porte, y guantes para batear. Era todo un beisbolista. Así pasó un poco más de un año, entrenamientos durante la semana, partidos, partidos en Xochimilco, con topos y hoyos. Había topos en los jardines, hacían hoyos y salían saludar. Se acercaba el final de la carrera y los miembros del equipo poco a poco decidieron que eran más importantes sus clases y el equipo se desintegró. Los restantes nos juntamos con restos de otros equipos del STUNAM y después se formó el infame equipo de Los Corsarios (un uniforme dorado amarillo horrendo, que agraciaba una gorra negra con el logo de la Corona). Ese equipo duró poco, y así pasaron mis glorias beisboleras.

Hace poco, Aarón (aka El Mariachi, Wasabi, El Cubo, Raron, Memo, Caballo, etc), nos invitó a jugar de nueva cuenta en la liga maya, algo parecido al béisbol, pero con pelota de softball, y medidas de softball y reglas de softball, pero que yo le digo béisbol. Recuperé mi equipo y me preparé, la semana de mi regreso por alguna razón que no recuerdo no fui a jugar, la mala fortuna me acompañó; me abrieron el coche se robaron mi maleta, que contenía: mi concha y suspensorio, mi camisola número 9, un pantalón, un cinturón, probablemente mis guantes de bateo, y unos tennis adidas muy viejos. Espero que al ratero le aproveche mi concha y se la meta por donde le quepa.

Hace un par de semanas al fin pude ir al campo a jugar, muy divertido. La segunda vuelta fue ayer y espero que dure bastante. Necesito comprar el equipo que el mhdp me robó y que ojalá una enfermedad mortal muy rara y nada transmisible apañe su sistema reproductor.

Ir a jugar béisbol tiene algo diferente, no sé si sea poder platicar tranquilamente en el dogout, preparar el bateo, correr a primera, o en su defecto, regresar a tu lugar con la mirada al suelo, o estar en el jardín central esperando un regalo del cielo y salvar el día.

Pronto, una historia de ficción sobre los umpires, uno de los personajes más interesantes de todo el deporte.

Pura filosofía zen, me cae

martes, 13 de octubre de 2009

Me fui de vacaciones, para mí los viajes tienen algo de catastrófico y liberador. Tengo la fantasía de que al dejar la ciudad de origen, las personas y las cosas que se dejan se comportan de maneras extrañas. Mi percepción no es gratuita, ya que después de varios viajes propios o de conocidos las cosas cambian. He ganado y perdido amores, equipos de fútbol desaparecen, terminan de construir edificios y remodelan otros. No creo que la realidad exista porque la miro, sólo creo que suceden cosas extrañas cuando me ausento. Una parte de mí ansía que al volver, el país no exista más, que mi casa se hubiera incendiado. Lo más triste que ha pasado fue la muerte de un canario.

No se puede hablar de viajes sin mencionar los lugares comunes, esos que dicen que uno aprende, que es bueno tomar perspectiva, que uno crece y madura. Creo que esta vez todo eso aplicó, esta vez, al volver, casi nada cambió (abrieron una farmacia, la cual juraba tardarían meses en inaugurar y pintaron el El Globo más cercano). El cambio, en esta ocasión fue interno, y aprendí un par de cosas muy valiosas: todo, absolutamente todo es posible, y debo ser menos pesado para que todo pase. Pura filosofía zen, me cae.

Sobre el 9-9-09

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Recuerdo el 9-9-99, al menos la fecha. No recuerdo mucho de ese día, recuerdo que estaba en la preparatoria, y recuerdo que me emocionaba mucho la (no) combinación de números. Como pueden bien ver, el 9 es mi número favorito y ha estado presente en muchos momentos importantes de mi vida.

Escuchar a los Beatles siempre me ha parecido un desafío al tiempo. Si los escucho con atención y me dejo llevar parece que el tiempo pasa lento, no ese lento horrible que parece eterno, sino un lento apacible y lejano de todo.

En estos momentos escucho el Remaster del Abbey Road y me está volando la cabeza. Siempre me he preguntado qué sentirían mis padres al escuchar por primera vez estos discos o Pink Floyd o esos grupos que los marcaron (aunque fueran los Teen Tops, no importa), ¿cómo habrá sido? Habrá sido como cuando escuché por primera vez el Ok Computer, o será como ahora que escucho el Remaster y pienso, no mames, que cosa más increíble. Viene mi parte favorita de la música de toda la música: el final de I want you (tormentoso) (silencio) (amanece, después de la tormenta) Here comes the sun... Impresionante, impresionante, impresionante, impresionante, impresionante... Ahí viene el sol.

Tiempo Libre: Trabajo, Tesis y Pintura

domingo, 6 de septiembre de 2009

Me molestan muchas cosas y muchos conceptos estereotipados, tal vez sea por mi naturaleza caótica y confusa y rebelde (ojalá). No soporto las categorizaciones, la división del trabajo, los nombres de los vínculos amorosos, los manuales, las reglas de cortesía, el significación del color, las descripciones ajenas sobre lo que una obra de arte debe hacer sentir, el do-it-yourself (en realidad creo en él, pero no institucionalmente, explicaré más adelante), y el término hobby.

El do-it-yourself y el hobby son una sosería, me parecen una tomada de pelo, atole con el dedo. Resulta que es necesario trabajar para generar ingreso y poder sobrevivir (que replicado al infinito permite el mantenimiento de un sistema económico y social), pero resulta que las personas no estamos hechas para trabajar, nos aburrimos, necesitamos creer que somos divertidos que en algún punto creamos algo. Después de la Segunda Revolución Industrial y con la formación de los sindicatos y la reducción de la jornada de trabajo y el establecimiento de prestaciones para los trabajadores, se reformaron las concepciones de tiempo libre y ocio.

Entonces, tenemos al obrero, oficinista, empleado o trabajador comprometido con su patrón y su familia para ser una persona productiva, lo cual no está tan mal. El problema ocurre con el tiempo libre y el ocio, en el cual uno puede hacer lo que le venga en gana. Tiempo libre no viene de tiempo disponible, viene de libertad en el tiempo, cada "Tiempo" es una posibilidad de libertad.

Sin embargo, generalmente estamos tan embotados con lo que hacemos que el tiempo de no trabajo resulta abrumador. Es entonces que el do-it-yourself y los hobbies hacen su aparición, resultan actividades que sirven para llenar esos vacíos en los que no sabemos que hacer... "Ah, aprenderé a bailar o a tocar la guitarra, construiré un armario, pintaré, saldré de la ciudad, arreglaré la casa, iré al cine, jugaré videojuegos, prepararé una pasta al vino blanco con jitomates deshidratados al sol, con mejillones del mediterraneo (no otros) y un poco de albahaca (de Italia, porque la de México no sabe buena, es muy seca) y demás.

Entonces, algo tan lindo, tan importante, termina siendo un complemento de las horas de trabajo, lo cual me parece deplorable... El hobby y el do-it-yourself generan muchas veces más responsabilidades que gozo, por eso son tan intercambiables y por eso las abandonamos tan fácilmente, o crean vicios y obsesiones y entonces aparentan sentido.

Alguna vez le dije a mis a mis compañeros de trabajo que "trabajo por hobby". Creo que lo entendieron en el sentido económico, yo lo decía por todo lo anterior que acabo de mal explicar.

Todo lo anterior es parte de mi tesis, pronta a ser terminada (finalmente, espero). Hacerla ha sido un verdadero calvario, porque en un principio parecía que estaría muy pronto y por azares del destino (o sea, mi culpa absolutamente) se ha retrasado años, y con años digo años. La tesis, en el fondo, resultó ser una confrontación entre muchas preguntas que he tenido desde mi temprana juventud contrastadas con un "yo futuro" que ahora, en el futuro, no cumplí y creo que en el fondo me alegra.

Mi búsqueda ha incluido (superficialmente): la literatura y la pintura; y más profundamente la Psicología. De esas tres palabras algo bueno saldrá, lo sé muy bien. Al fin entendí que no llevo prisa, la prisa es para aquellos que viven poco tiempo y yo soy un pino Bristlecone.

En la foto, se puede ver mi último ejercicio de pintura.

Orquídeas

Sobre el glamour

lunes, 24 de agosto de 2009

Soy una persona muy impresionable con ciertas cosas, sobre todo con las que me causan conflicto. Es así que los logros de otras personas me parecen de lo más interesante. Deseo hacer cosas semejantes en mi vida, y es cuando el terrible conflicto surge y me siento como una roca.

Es el glamour que encuentro mirando otras vidas, un sueño ajeno que me arrastra a un precipicio al que no acabo de caer y que no termino de sortear.

El pequeño Pío

lunes, 3 de agosto de 2009

El post más largo que haya escrito jamás

I

Los cambios de estaciones me parecen los únicos ciclos reales en este mundo. No importa la fecha del año, el universo (o al menos el sistema solar) sabe muy bien cuando es primavera, deja de ser verano, pasa al otoño y termina el invierno. Al menos, hasta que el planeta cobre lo que le corresponde, nos desaparezca y en unos cuantos miles de años todo vuelta a la normalidad. No hay duda que el estado de ánimo de las personas y por tanto el ambiental (ese que se siente cuando entras a un lugar y con solo estar tres segundos puedes saber que de no ser por ligeras reglas de cortesía dos personas estarían matándose sin dudarlo) cambia con la luz, las nubes, el olor y la temperatura. Particularmente me gusta mucho el verano, me gustan los días con muchos colores. En verano se pueden ver grises, azules, reflejos del cielo sobre el pavimento mojado, tonalidades naranjas, se puede oler la lluvia y casi no hay tierra. Claro, algo malo habría de tener y los encharcamientos y las empapadas siempre serán la contra parte. Disfruto las jacarandas anunciando la primavera. Por donde vivo, tenemos la fortuna de estar rodeados por unos cuantos parquecitos, casi todos ellos tienen jacarandas de a amontones. Lo que suele ser una alfombra verde todo el año, de febrero a mayo se inunda de morado. El otoño por las lunas de octubre y la melancolía que me embarga. Octubre es un mes difícil para mí. Aunque disfruto mucho el frío, no me gusta el frío de diciembre-enero, el sol quema mucho y resulta que soy alérgico al frío-calor que da en esos días. Mi hipótesis señala lo siguiente: mi cuerpo suele ser muy cálido, por lo tanto casi no siento frío, pero al encontrarse en situaciones confusas como las del frío-calor el regulador de temperatura se colapsa y me da una comezón terrible en la espalda, me salen ronchas en la cara y el único remedio que he encontrado para aminorar los síntomas es refrescarme la cara y la espalda con agua fría.

II

Así me pasan los años que comparto con este planeta. Antes de que todo fuera algo, qué estación habrá sido la primera, cómo se estabilizó esto... En fin, el 8 de julio de cada año me llena de gran exaltación ya que es un día antes de mi cumpleaños. Tengo la fortuna de que una persona muy querida cumpla años el 8. En la temprana juventud solíamos festejarlos juntos, moría por ella. Tal vez algunos de mis cumples no los pasé tan bien por querer estar con ella, pero era joven y estaba muuuy enamorado (neh, sólo era muy joven). Fuimos creciendo juntos, tan juntos como nuestra amistad nos lo fue permitiendo. Entramos a la universidad y nuestras vidas se separaron, aún recuerdo con dolor el primer festejo que no lo pasamos juntos. Ese día, mis amigos y yo, preparamos una suerte de mixtape beisbolero, porque al día siguiente (el nueve) teníamos partido de Baseball en el mágico campo de CU representando a la Facultad de Psicología (de mis amigos, sólo yo estudiaba ahí), que a la postre fue uno de los mejores cumpleaños que he tenido. Muchos amigos y chicas (sobretodo chicas ja) fueron a verme y la verdad me lucí como pocas veces lo he hecho en un campo de juego. Después fuimos al Foro Sol, pero había llovido y algo había pasado con los partidos de ese día que no pudimos entrar. En otros años he ido a festejos el ocho de julio y en verdad es raro que sea la fiesta de alguien más y que a las 12:00 a.m. del día siguiente ya sea mi cumpleaños y que me feliciten y no me festejen. Luego llegar a casa a las 2 a.m. y tratar de dormir sabiendo que ya es mi cumpleaños.

III

Este año, nos pasó algo que siempre había querido hacer. Cada vez que escucho historias sobre animales recogidos en la calle, el corazón me da un vuelco y pienso en que al final de cuentas, en algún punto, la gente sí se preocupa por los animales, que en algún punto somos sensibles y empáticos con el dolor ajeno por pequeñito, incomunicable e indescifrable que sea. Mi lugar de trabajo es un trago agridulce. Es una casa hermosa, se rumora que Tin Tan vivió aquí aunque también se dice que sirvió como oficinas de no sé que cosa del PVEM. Es una casona blanca, con un gran jardin en el que conviven ardillas, una higuera, un limón, pinos, una banquita, arbustos y pájaros de muchos tipos. Mi lugar forma parte de una serie de caballerizas de dos o tres bloques. En el cuarto en el que estoy, en el primer piso, convivimos amablemente al rededor de 15 personas distribuidas en dos pares de caballerizas de tal forma que quedan espaldas con espaldas. Mi grupo de trabajo, felizmente asilado del resto del equipo, se encuentra hasta el fondo, dando la espalda a un gran ventanal. Desde el ventanal podemos ver el adoquín del estacionamiento, un pino y juntos criticamos las habilidades de manejo de nuestros compañeros. Mi jefa se sienta a mi derecha. El ocho de julio de este año, como cualquier otra mañana de trabajo mi jefa y yo platicábamos de cualquier cosa cuando ella mira por la ventana algo atorado en las ramas del árbol. Me pregunta que si eso era un pájaro. Al asomarnos por la ventana vimos, que en efecto era un pequeño polluelo. Presumimos que se cayó del nido y quedó atorado de cabeza entre las ramas. Mi jefa lo notó porque vio como otro pájaro, presumiblemente su madre, se acercaba a darle comida y bebida. Tras serias deliberaciones, decidimos que debíamos ir por él.

Justo a lado del cuarto en el que trabajo hay un techito, el cual soporta los ventiladores del aire acondicionado y le da abrigo a los policías y el cuarto del servidor y demás. Para salir hay que hacer contorsiones dignas de un ladrón, no soy una persona excesivamente alta, pero salir por una ventana muy estrecha implica movimientos que no sabía que podía hacer. Salí y traté de alcanzar al pequeñín con la mano. Descubrí dos cosas, resulta que le tengo un poco de miedo a las alturas y me cuesta trabajo agarrar animales. Según yo, era peligroso tomar al ave con las manos. La caca de pájaro al secarse se solidifica y es muy difícil de desprender sin mojarla antes, por lo que no me atreví a despegarlo. Regresé a mi lugar.

La voz se corrió, a tal punto que muchos compañeros colaboraron al rescate y cuidado del ave. Como yo soy un miedoso, uno de los oficiales fue quien bajó al pequeño Pio, yo había mandado a un chico de intendencia por un serrucho (porque era mejor cortar la rama, según yo), Sandra se encargó de limpiar al ave. Érica nos dio un vaso para ponerle agua. Entre Sandra y yo limpiamos lo más posible la patita de Pío, vimos que estaba rota, totalmente inservible. Entre todos decidimos que lo mejor era llevarlo a una veterinaria. Adri y yo corrimos a la veterinaria que está a un lado del SBFRSSJPII (Starbucks Francia Su Santidad Juan Pablo (el caído y recuperado) Segundo; ahí por la estación Francia del Metrobús). La chica que nos atendió nos dijo que no eran especialistas en "fauna silvestre". Sí, hay fauna doméstica y fauna silvestre. En la veterinaria había un perro enorme y divertido, como un abuelo alto alto y viejo viejo. La chica de la veterinaria llamó al experto en fauna silvestre y por lo que escuchamos él recomendó una amputación. Dejamos al Pequeño Pío en las manos expertas y regresamos a las labores. Media hora después lo recogimos y el pobrecito estaba todo atolondrado y con un puntito en su muñoncito. Nos lo entregaron dentro de una caja con hoyos para que pudiera respirar, un bote para el agua y otro con alpiste.

Coloqué al Pequeño Pío en el lugar de mi compañera, que pidió esos días de vacaciones. Todo iba tranquilo hasta que de afuera los que creo son parientes de Pío, comenzaron a hacer un escándalo terrible y el pequeñín respondió a los llamados familiares.

IV

Mientras decidíamos que hacer con Pío, si dejarlo encerrado con la seguridad de que tendría techo y comida con el riesgo de ser olvidado y no poder reintegrarse a su mundo o sacarlo sabiendo que podría morir en cualquier descuido pero bajo el cuidado de sus escandalosos semejantes. Decidimos sacarlo al techito cerca del árbol donde lo encontramos. La que creo que es su madre, no se alejaba de él, cambiamos la caja de lugar tres veces, pensando que se podría caer, que podría darle el sol, que se podría mojar y que finalmente en la noche un gato podría comérselo. Decidí que era mejor atorar la caja entre las gruesas ramas que salían del tronco del árbol donde lo encontramos. Estoicamente Adri sujetada de mi brazo colocó la caja en su lugar.



Encontramos varias complicaciones, Pío decidió varias veces que no era feliz en la caja, por lo que saltó de una gran altura (ca. seis metros), y fue encontrado por los polis y regresado a su hogar temporal. La indicación de la joven veterinaria era inyectarlo cada 12 horas siete días. Logramos hacerlo dos veces en dos días. La última vez que colocamos a Pío en la caja, el ambiente no era muy conveniente en sus alrededores y percibí cierta agresividad por parte de otros pájaros. Salir y entrar por la ventana era un martirio. El lunes siguiente Pío ya no estaba en su caja y nunca más lo volvimos a ver. Adri dice que lo vio comportarse como ave con otros congéneres, de eso tendrá dos semanas. No hemos vuelto a saber de él. Supongo que la naturaleza sabe lo que hace. Si murió o no pudo volar, Pío nos regaló unos momentos de felicidad y comprensión al mundo y a nosotros mismo, y nosotros le regalamos unos días más de vida, un encierro espantoso y galletas.

V

El siguiente listado de hechos está completamente sesgado por mi formación teórica en psicología, además de un antropomorfismo desmedido. No soy experto en etología, desconozco muchas de las conductas de la fauna silvestre, en particular pequeños gorriones y tal vez mucho de lo que pasó fue absoluta interpretación personal. El asunto me conmovió hasta los huesos y es por eso que lo escribo.

Cuando salvamos a Pío de las ramas, puedo jurar que vi muchos pájaros observándonos, desde lo árboles circundantes.

Cuando lo quitábamos y lo colocábamos de nuevo dentro de la caja, puedo jurar que los pájaros se comunicaban entre ellos.

Siempre hubo un pájaro cerca de Pío, sin importar donde lo colocáramos.



Puedo decir que la organización de mis compañeros de trabajo y la de los pájaros me conmovió en el alma. Y aprendí que aunque seas un pájaro, el que no habla Dios no lo escucha.

Según tengo entendido, cuando un pájaro cae del nido, éste ya no es aceptado por sus padres y hasta puede ser asesinado. Además, según entiendo, el olor humano es desagradable para las aves. Extrañamente, Pío fue reclamado, protegido y reintegrado a su comunidad.

On Manhood

miércoles, 29 de julio de 2009

...and somehow, a man I became

iom juledet sameaj

jueves, 9 de julio de 2009

Peanuts

En realidad, a pesar de todo, soy muy fácil de complacer.

De acuerdo con RT y a Lebron6 eso quiere decir feliz cumpleaños en hebreo.

:)

Soy un distraído

lunes, 29 de junio de 2009

El meme que vino de Barcelona por parte de Zero Kelvin.

Soy un hub por Alorza

Habita mi barrio de la blogosfera gente amable y abierta, de la que tiene siempre un piropo a flor de labios. Abundan los intercambios de elogios. “Eres un crack”, “tú sí que eres buena”, “soy tu fan”… De la lista de lindezas que me han sonrojado, una que me han repetido es “eres un hub”. A eso se le llama peloteo geek.

En informática un hub o concentrador es un equipo de redes que permite conectar entre sí otros equipos y retransmite los paquetes que recibe desde cualquiera de ellos a todos los demás. Los hubs han dejado de ser utilizados, debido al gran nivel de colisiones y tráfico de red que propician (vía wikipedia).

Traducido, mis amables amigos consideran que soy una persona que escuha a la red y que pone a persona, ideas y proyectos en relación, mediante el procedimiento de tender enlaces y reenviar la información recibida.

No sé si merezco esta etiqueta, pero me gusta, y quiero llegar a merecerla. Para llegar a ser algo diferente de lo que uno es, el primer paso es decirlo en voz alta: ¡soy un hub! No tengo miedo a generar colisiones y a aumentar el tráfico de la red: de la abundancia y el roce nacen los grandes amores.

Ahora es cuando esto se convierte en un meme. ¿Cada uno de vosotras, qué puede llegar a ser? Decidlo en voz alta. Say the word and you’ll be free!

(Por si no hay voluntarias, envío este meme a mkl, m@k y maripuchi, para empezar por la “m”)

Soy una abeja por Maripuchi

Say the word and you’ll be free – dice Alorza… ¡y se queda tan ancho el tío!

Afirma sin rubor que es un hub, un concentrador, un distribuidor, un conector… después de una serie de elogios frikis donde los haya y de haber meditado sobre el tema.

Para colmo, convierte la reflexión en meme, y nos lo lanza a mkl a m@k y a mí. Vamos, un hub no sé, ¡pero un descarado sin duda!

Vale, pues yo soy una abeja, estoy en el enjambre, participo del zumbido a mi alrededor.

En informática se llama zumbido (buzz) al ruido que se genera en las redes sociales. Toda esa gente hablando de cosas tan interesantes y todos a la vez, que puede ser incomprensible o no…

A veces soy la abeja obrera, permanentemente atenta al sol y al buen tiempo, que hacen que salga en busca de néctar. Otras veces soy la abeja reina, me quedo en mi colmena, me relajo y simplemente escucho al resto del enjambre vibrar.

Lo que tienen los memes es que tienes que esparcirlos al viento, así que presta me dispongo a endosárselo a Carlos Guardián, a Jéssica Fillol y a Chile Logela, para que nos ilustren con su visionaria capacidad de autodefinirse.

Soy un explorador por Carlos Guadián

Partimos de un meme de autodefinición en el que Alorza se identifica con un Hub y Maripuchi con una abeja… Y para definirnos que mejor que hacer una retrospectiva o sencillamente un dibujo de lo que hemos hecho o que hacemos.

El caso es que de pequeño recuerdo cuando jugaba a indios y vaqueros y siempre me pedía hacer de explorador, de igual manera que en las vacaciones que pasaba en Los Olmos siempre me gustó averiguar que había detrás de una piedra o al final de un camino. He recorrido muchos kilómetros solo para ver que hay.

Y para no variar, en Internet no soy demasiado diferente. Me gusta ver que se está generando en Internet. Me gusta encontrar experiencias interesantes de las que poder hablar, compartir y enlazar. Me gusta sorprenderme con una nueva aplicación descubriendo que le hará la vida un poco más cómoda a alguien o sencillamente más interesante. Me gusta perderme en la red y llegar a sítios que no me habría imaginado momentos antes.

En definitiva !Soy un explorador! No tengo miedo a perderme por que se que descubriré nuevos sitios. Me gusta abrir caminos en Internet que lleven a un Hub y que sean recorridos por abejas ^_^

Y como no podía ser de otra manera paso este meme a Zero Kelvin para que nos deleite con uno de sus relatos, a Odilas que pensará y repensará en el tema y me gustaría que Donaire nos diera la visión de si mismo.

Soy 40 Herzios, por Zero Kelvin

Un hub, una abeja y un explorador me preceden. Y yo, ni soy un concentrador de emociones, ni formo parte del enjambre ni mis impulsos están por ir allá adelante, a buscar lo desconocido. Quizás más bien lo contrario, soy un arqueologo de mi mismo. Como aquel que coge las muñecas-caja Matriuskas y las va abriendo una a una para, con desesperación, ver que dentro de ellas no hay sino otra igual de tamaño ligeramente menor. Y sigo en mi empeño hasta encontrar el núcleo, esa caja final, la pequeña, la que tiene que guardar algo que no consigo encontrar.

Leí una vez, en esos libros de autoayuda que tantas veces me he tragado, una teoría sobre las ondas cerebrales. Parece ser que esas ondas, las que emite nuestro cerebro y que indican la actividad del mismo mientras no estemos en el eterno sueño de la muerte, tienen una envolvente. Esa onda envolvente sería nuestra propia consciencia, la que nos daría constancia de existir. Y esa envolvente emite a una frecuencia de 40 Hz.

No deja de ser ciertamente curioso que en el mundo informático nuestros microprocesadores se empeñen en trabajar cada vez a mayor velocidad, hacer más cálculos en menos tiempo, darnos antes las respuestas lógicas y matemáticas. Y que en nuestro cerebro, aquel valor principal, aquel que nos diferencia de un ordenador o de un simio, sea de tan sólo 40 Hz.

Soy 40 Herzios.

Soy un distraído, por rkornhauser

La vida me pasa de largo y no, quiero hacer muchas cosas y no, amo mucha cosas y no. Soy muchas cosas y no, o mejor dicho soy un intento de muchas cosas. Alguna vez me dijeron que hago mejor las cosas "de ladito", es decir siendo "descuidado", sin darme cuenta. Siendo así, las mejores cosas de mi vida han pasado de ladito, han sido caminos y huellas. No veo venir las tormentas, me pregunto qué hubiera pasado si hubiera: estudiado Ingeniería en Sistemas Computacionales, estudiado letras, hecho el examen de admisión al Cenart (Centro Nacional de las Artes), dejado la facultad de Psicología, llamado a esa chica; qué pasaría si tan solo sonriera más... Soy un distraído que pasa por la vida preguntándose por todo, respondiendo pocas veces y hablando fuera de lugar.

He encontrado en la red un punto de encuentro, es como si de pronto todos mis hubiera se conjugaran en una sola posibilidad. A veces me doy cuenta y otras sólo hago lo que puedo, miro, me pregunto, anhelo y paso de largo.

Ya de este lado del Atlántico, invito a Zavet, Sofía, Queque y RT

Un lápiz muy particular

viernes, 26 de junio de 2009

Tengo un lápiz. No tengo idea de como llegó a mis manos, un buen día lo encontré en mi bote de lápices, que tampoco sé bien cómo llegó a mí, al igual que la cajita de plástico que asumo que es para los clips y el bote que sí es para los clips y las tachuelas (con imán y toda la cosa para que se peguen en la parte interior de la tapa).

El lápiz en cuestión no tiene algún tipo de recubrimiento, pero tampoco se ve que lo hayan desnudado para dejarlo en su bonito color madera. Tiene punta en ambos extremos y escribe muy firme y suave. Odio las plumas extrafinas y los lápices menores de 2b. Mi letra es muy fea (dicen) y las plumas y lápices delgados la hacen ver enclenque y puntiaguda. En cambio, las plumas de gel, las plumas fuente y los lápices 2b en adelante me hacen pensar que vivo en esos tiempos en los que presionar demasiado fuerte la punta de la herramienta de escritura sobre el papel significaba algo.

Me gustaba sentir el reverso de las hojas después de tomar dictado, era como leer Braille; hasta que un día me di cuenta que eso era demasiado obsesivo y que debía vivir la vida. Durante mi educación media superior y superior mis apuntes se convirtieron en verdaderos derroches de tinta y grafito. Hacía unas cosas horribles, indescifrables. Fue entonces que decidí usar cuadernos especiales para esos fines, aunque no dejé de dibujar en mis cuadernos de notas. En realidad, casi no tomaba apuntes.

Utilizo un exacto para sacarle punta a todos mis lápices, no me gustan los sacapuntas, como no me gusta el corrector. El corrector es, sin problema, uno de los peores inventos de la historia. Huele horrible, contamina un montón, se ensucia con todo y debido a mi dislexia nunca he sido bueno en usar esos de tirita.

Todo eso para decir que repudio los bolígrafos genéricos, las puntas uniformemente afiladas y los errores uniformemente corregidos.

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Now playing: David Bowie - Speed of Life
via FoxyTunes

Un pequeño retraso

jueves, 25 de junio de 2009

Durante una ríspida discusión con mi madre, sobre lo que siempre discuto con mi madre, salió una pequeña parte del enojo, un velado reclamo sobre la tesis y sobre el matrimonio. Por primera vez en mi vida, en mi casa, mi madre me cuestiona sobre el matrimonio.

¿Casarme? Imposible, al menos en los próximos cinco años. Tengo que hacer muchas cosas antes. Licenciarme, subir de grado, viajar y sobre todas las cosas saber a qué quiero dedicar mi vida.

Curiosamente, después de dicha discusión me sentí como un niño. La mayoría de las veces me siento como tal, por una parte lo disfruto, me gusta la sensación de rebeldía y valemadrismo, lo cual me permite ser medianamente divertido y no tomarme tan en serio (por que todos sabemos que tomarse demasiado en serio es lo peor que puede pasarle a cualquiera). Por otra parte, esa misma sensación me lleva a pensar que soy demasiado infantil, que mucho que lo deseo es ridículo (tan ridículo como pensar que eso es ridículo) y que debería estar preocupado por mis clientes, mis acciones, ponerme de esos zapatos puntiagudos y casarme.

El punto es que me resulta imposible dejar de compararme con los demás y con mi "yo futuro", el resultado siempre es devastador. Siempre voy tarde y cada vez más lejos del futuro (sic). Lo cual nos lleva a la pregunta del millón: "¿qué me detiene?" Me detienen muchas cosas... No, en realidad nada me detiene es sólo que... Inicia oleada interminable de pretextos que pueden ser descartados con argumentos consistentes pero que son ignorados y aminorados con un "pues sí, tienen razón". Y ese es el gran problema, nada me detiene y todo me parece imposible.

Pronto será mi cumpleaños, llego a los 27 y no pude aprender a tocar bien la guitarra. Ando de rebeldón en el trabajo y no me he rebajado la barba (merezco iniciar un movimiento pro la liberación de los artistas reprimidos). Mi meta es tenerla como Gandalf el Blanco, poco a poco me estoy llenando de canas y sabiduría.


La imagen es del PlayStationBlog y está alojada en Flickr
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Now playing: Christopher Bowers-Broadbent - Dance IV
via FoxyTunes

Un escrito con ideas poco originales sobre la tan famosa, preciada y desvirtuada palabra "Revolución"

lunes, 22 de junio de 2009

Aquí estoy pensando sobre cómo fregaos cambiar el mundo. Pequeños actos revolucionarios (intrascendentes), simbolitos muy monos, miradas dulces y sonrisas provocadoras. He decidido no cortarme el pelo en un buen rato y no recortarme la barba, cómo si eso importara.

Es solo el trabajo (el trabajo es solo).

El trabajo que tengo no está del todo mal, es una oficina (mejor dicho, un cuarto de una casa con 15 personas dentro, repartidas en pequeñas caballerizas con dos o tres personas cada una), me ponen a leer y redactar, revisar y cotejar contenidos (lo cual no está del todo mal).

Sabían que existe un Efecto que el que los poco aptos se sienten mucho más capaces de desarrollar una actividad de lo que son en realidad y que los más competentes creen lo contrario. El Efecto Dunning-Krugger (Dunning & Krugger, 1999 en PDF para los clavados).

Mañana iremos vestidos de negro como protesta, no tengo camisas negras, me pondré un sueter; no tengo pantalones negros, solo de vestir, lo cual es terrible. (Me sentí como chica en apuros).

Debería dejar de usar paréntesis para todo.

Cuento contigo