Verde que te quiero verde

viernes, 25 de enero de 2008

Al fin me pegó la onda verde, así que ya desconecto el enchufe antes de salir de casa, apago las luces que no utilizo, siempre he tirado la basura en sus lugares correspondientes (por olvido y limpieza candilesca de la calle, obscuridad y suciedad de mi coche, mis mochilas y mis bolsillos; para qué tirar la basura en la calle si puedo traerla conmigo a todas partes), tengo la firme intención de comprarme una bici y andar a todas partes en ella (aún me da miedo), y dejar de utilizar tanto el coche.

En una ciudad como esta es difícil ver otras especies vivas que no sean personas (y otras especies), algunas aves, perros, gatos (a veces atropellados), algunos bichitos (regularmente aplastados) y uno que otro roedor (con buenas razones odiados), así como árboles, pasto y algunas florecillas.

El mundo es ámplio, demasiado ámplio como para sólo ver personas, animales domesticados, temerle a parásitos y seres nefastos. En la calle donde vivo hay aproximadamente cuatro árboles, desconozco el nombre de tres de ellos. Cerca de mi casa hay cuatro parques, conozco las jacarandas y alguno que otro árbol. Me siento en verdad a penado por no conocer el mundo en el que vivo, por no entender a las personas que quiero, por no mirar al cielo como antes, por perderme los atardeceres y estar siempre ocupado.

Todo lo anterior porque me topé con esto (recomiendo bajar el pdf y hacer un gran zoom):

This tree is from an analysis of small subunit rRNA sequences sampled from about 3,000 species from throughout the Tree of Life. The species were chosen based on their availability, but we attempted to include most of the major groups, sampled very roughly in proportion to the number of known species in each group (although many groups remain over- or under-represented).



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bastante amplio que es! uno de los contras de nuestra ciudad, las distancias y el tiempo impiden en ocasiones apreciar esas cosas que en provincia es un poco más fácil, salir el fin a la presa a comer pescado y una caminata por los ríos cercanos, toda una experiencia. A veces nos olvidamos de los detalles y las cosas sencillas; nunca es tarde para rectificar. Aunque es una pena, porque a mi punto de vista hiciste sonar eso del verde como una moda. En realidad es una necesidad. a.

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