De la relatividad del tiempo

martes, 19 de junio de 2007

Son esos dos o tres segundos, de dudas, de no poder hacer una tarea sencilla, que se sienten como si fuera una hora de caminar sin rumbo por una ciudad desconocida.

2 comentarios:

Andrea Lopez Estrada dijo...

Ciertamente.

Anónimo dijo...

Es como dar vueltas sobre un mismo eje, el perro que persigue su cola...El no tiempo quizás.

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