Sobre el 9-9-09

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Recuerdo el 9-9-99, al menos la fecha. No recuerdo mucho de ese día, recuerdo que estaba en la preparatoria, y recuerdo que me emocionaba mucho la (no) combinación de números. Como pueden bien ver, el 9 es mi número favorito y ha estado presente en muchos momentos importantes de mi vida.

Escuchar a los Beatles siempre me ha parecido un desafío al tiempo. Si los escucho con atención y me dejo llevar parece que el tiempo pasa lento, no ese lento horrible que parece eterno, sino un lento apacible y lejano de todo.

En estos momentos escucho el Remaster del Abbey Road y me está volando la cabeza. Siempre me he preguntado qué sentirían mis padres al escuchar por primera vez estos discos o Pink Floyd o esos grupos que los marcaron (aunque fueran los Teen Tops, no importa), ¿cómo habrá sido? Habrá sido como cuando escuché por primera vez el Ok Computer, o será como ahora que escucho el Remaster y pienso, no mames, que cosa más increíble. Viene mi parte favorita de la música de toda la música: el final de I want you (tormentoso) (silencio) (amanece, después de la tormenta) Here comes the sun... Impresionante, impresionante, impresionante, impresionante, impresionante... Ahí viene el sol.

Tiempo Libre: Trabajo, Tesis y Pintura

domingo, 6 de septiembre de 2009

Me molestan muchas cosas y muchos conceptos estereotipados, tal vez sea por mi naturaleza caótica y confusa y rebelde (ojalá). No soporto las categorizaciones, la división del trabajo, los nombres de los vínculos amorosos, los manuales, las reglas de cortesía, el significación del color, las descripciones ajenas sobre lo que una obra de arte debe hacer sentir, el do-it-yourself (en realidad creo en él, pero no institucionalmente, explicaré más adelante), y el término hobby.

El do-it-yourself y el hobby son una sosería, me parecen una tomada de pelo, atole con el dedo. Resulta que es necesario trabajar para generar ingreso y poder sobrevivir (que replicado al infinito permite el mantenimiento de un sistema económico y social), pero resulta que las personas no estamos hechas para trabajar, nos aburrimos, necesitamos creer que somos divertidos que en algún punto creamos algo. Después de la Segunda Revolución Industrial y con la formación de los sindicatos y la reducción de la jornada de trabajo y el establecimiento de prestaciones para los trabajadores, se reformaron las concepciones de tiempo libre y ocio.

Entonces, tenemos al obrero, oficinista, empleado o trabajador comprometido con su patrón y su familia para ser una persona productiva, lo cual no está tan mal. El problema ocurre con el tiempo libre y el ocio, en el cual uno puede hacer lo que le venga en gana. Tiempo libre no viene de tiempo disponible, viene de libertad en el tiempo, cada "Tiempo" es una posibilidad de libertad.

Sin embargo, generalmente estamos tan embotados con lo que hacemos que el tiempo de no trabajo resulta abrumador. Es entonces que el do-it-yourself y los hobbies hacen su aparición, resultan actividades que sirven para llenar esos vacíos en los que no sabemos que hacer... "Ah, aprenderé a bailar o a tocar la guitarra, construiré un armario, pintaré, saldré de la ciudad, arreglaré la casa, iré al cine, jugaré videojuegos, prepararé una pasta al vino blanco con jitomates deshidratados al sol, con mejillones del mediterraneo (no otros) y un poco de albahaca (de Italia, porque la de México no sabe buena, es muy seca) y demás.

Entonces, algo tan lindo, tan importante, termina siendo un complemento de las horas de trabajo, lo cual me parece deplorable... El hobby y el do-it-yourself generan muchas veces más responsabilidades que gozo, por eso son tan intercambiables y por eso las abandonamos tan fácilmente, o crean vicios y obsesiones y entonces aparentan sentido.

Alguna vez le dije a mis a mis compañeros de trabajo que "trabajo por hobby". Creo que lo entendieron en el sentido económico, yo lo decía por todo lo anterior que acabo de mal explicar.

Todo lo anterior es parte de mi tesis, pronta a ser terminada (finalmente, espero). Hacerla ha sido un verdadero calvario, porque en un principio parecía que estaría muy pronto y por azares del destino (o sea, mi culpa absolutamente) se ha retrasado años, y con años digo años. La tesis, en el fondo, resultó ser una confrontación entre muchas preguntas que he tenido desde mi temprana juventud contrastadas con un "yo futuro" que ahora, en el futuro, no cumplí y creo que en el fondo me alegra.

Mi búsqueda ha incluido (superficialmente): la literatura y la pintura; y más profundamente la Psicología. De esas tres palabras algo bueno saldrá, lo sé muy bien. Al fin entendí que no llevo prisa, la prisa es para aquellos que viven poco tiempo y yo soy un pino Bristlecone.

En la foto, se puede ver mi último ejercicio de pintura.

Orquídeas

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